viernes, julio 22, 2005
adirroc airaibmac
En los 90s los Asians & Latins teníamos ingresos de capitales que sostenían paridades fijas frente al dólar. La especulación era que cuando se reviritera esa entrada de capitales podía venir una devaluación. Especulación que en algún momento acababa siendo correcta, como pasó desde el 95 en México hasta el 01 en Argentina, pasando por Tailandia, Rusia y Brasil, entre otros.
En los 2000 la corrida cambiaria es al revés. El déficit americano es superávit en el resto del mundo, incluidos nuestros emerging markets y China. La especulación de los 2000 es que esos superávits pueden darse vuelta, acompañados por revaluación cambiaria. La previsión de esa apreciación acelera la corrida a favor de la moneda local. La demanda por yuanes o pesos se exacerba y va mucho más allá de lo que está justificado por las necesidades monetarias. ¿Cuándo frena? Cuando la especulación prueba ser exitosa (como empieza a ser en China) o cuando el mundo se convence de que hay países que prefieren sostener su tipo de cambio aun a costa de una alta inflación. Si Nestorio el Hereje muestra que en un año electoral se anima a mantener el tipo de cambio que proclamó correcto en una bula al comenzar su patriarcado, aun cuando le lean inflaciones arriba del 1% mensual, quizás convenza a los mercados de que se bancará el dólar inflacionario de 2,90 y se detenga la especulación a favor del peso. ¿La apuesta de La Ciencia Maldita? En algún momento antes de las elecciones Nestorio se amedrenta ante la inflación y le ordena a Gol Den Boi que siga el camino de sus colegas chinos.
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