domingo, julio 03, 2005
money matters
La economía de la pax kirchnerista anda tan bien que las LEBACs despiertan pasiones. OK, entre los economistas, but still! La discusión se llena de malentendidos porque cada uno tiene detrás su propia teoría monetaria. La de Bob Frenkel no me queda clara. Por un lado parece afirmar que el camino de causalidad de la política monetaria hacia los precios y la actividad económica es el tipo de cambio: "la restricción monetaria o el aumento de la tasa de interés inciden en la inflación principalmente a través de la apreciación del tipo de cambio [...] Esto es lo que quiere el FMI que hagamos: facilitar la política antiinflacionaria sacrificando objetivos de crecimiento y empleo". Por otro lado se suma a la gran mayoría (combatida desde estas páginas) que no ve como contradictoria la actual política de emitir para sostener el dólar y des-emitir para evitar un aumento presuntamente inflacionario de la cantidad de dinero: "Si la intervención en el mercado de cambios expande la base monetaria en cantidades que el banco central juzga excesivas, la intervención en el mercado de dinero compensa esa expansión (la 'esteriliza') mediante operaciones de absorción". Es decir: asoma algo de novedoso en el argumento de Frenkel (el tipo de cambio como variable de ajuste principal del mercado monetario) pero finalmente se desdibuja en el consenso muchnikeano: puedo manejar el dólar (para ser competitivo, etc.) y manejar la cantidad de dinero (para no tener un efecto inflacionario).
Explicitemos la teoría monetaria de La Ciencia Maldita: para una cierta demanda de dinero, podés elegir la combinación que quieras entre tipo de cambio y cantidad de dinero. Los instrumentos principales para elegir un lugar de esa curva son la tasa de interés de corto plazo (la de las LEBACs), la intervención directa en el mercado de cambios y las operaciones con los bancos de redescuentos and so on. Hoy la política es: leve aumento total de la cantidad de dinero pero por un camino rarísimo: mucha expansión por la vía del mercado de cambios, mucha contracción por la altísima tasa de interés. El nexo entre el dinero y los precios es el tipo de cambio: directamente (y de manera inmediata) influyendo en los precios de los bienes comerciables, e indirectamente (tomándose un tiempito que puede ser largo) en la medida que un tipo de cambio real más alto tiene un efecto sobre la demanda agregada y, por lo tanto, sobre los precios de los bienes internos.
¿Podrá sostenerse el tipo de 2,90? Claro que sí. Si aumenta la demanda de dinero, sólo hay que emitir más. . Los comienzos de la convertibilidad, bah, pero poniendo un "3" donde decía "1". El efecto directo sobre los precios del 3 a 1 ya lo tuvimos en el 2002; el efecto indirecto todavía lo estamos percibiendo, y probablamente se acentúe en la medida que la economía se acerca al pleno empleo y se acentúa, en consecuencia., la inflación salarial.
Anyways, cuesta explicar por qué la cantidad de dinero es tanto mayor que durante la convertibilidad (ver gráfico). Aproximadamente a partir del 2003, la cantidad de dinero (tanto sus componentes de circulación como cajas de ahorro y cuentas corrientes) han aumentado sin parar en términos reales; es más, han aumentado como proporción del consumo (una variable habitualmente correlacionada con la cantidad real de dinero). De hecho, como porcentaje del consumo la cantidad de dinero es mayor que en épocas de la convertibilidad. ¿Explicaciones posibles? Una es que ahora se espera apreciación de la moneda, más que en los 90. Otra es que post-crisis bancaria la gente prefiere hacerse más líquida. Lo terrible más que el corralito fue el corralón, y lógicamente se desconfía mucho más de los plazos fijos que de las cajas de ahorro y las cuentas corrientes. Yeah, posibilidades, pero no totalmente satisfactorias.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario