¿Por qué, por ejemplo en 1889 con una emisión de 200 millones el interés bancario no pasaba del 6% y ahora con una de 300 ha llegado hasta el 11%? ¿Cómo con una circulación más abundante los préstamos se habían restrijido? Para esplicar el fenómeno, que parece incomprensible a primera vista, no podemos apicar las reglas que rijen en otras naciones y que gobiernan por decirlo así la tasa de interés [En nuestro caso] casi no tiene influencia la mayor o menor cantidad de la emisión, que sólo altera el valor del papel moneda con relación al oro; pero que no influye en la tasa de interés bancaria.
El Economista Argentino, 1892
No hay comentarios:
Publicar un comentario