...Pero creemos que este texto también puede servir para quienes ya han aprendido macroeconomía en cualquiera de las dos grandes tradiciones del mundo anglosajón (la clásica y la keynesiana) y buscan explicaciones más acordes a una realidad como la de la Argentina, o la de cualquier otra economía de esas cuyo funcionamiento no puede entenderse sin una referencia permanente a sus interacciones con la economía mundial: en la jerga de la profesión, las economías “pequeñas y abiertas”.
Para convencer a este segundo grupo de que tiene sentido un libro de texto pensado específicamente para economías como la de la Argentina, nuestro argumento favorito siempre fue recordar las predicciones de los manuales de origen anglosajón, ya fueran clásicos o keynesianos, sobre el efecto que provoca un aumento en la tasa de interés internacional en una economía “pequeña y abierta” cuyo tipo de cambio es flexible. En los textos clásicos o neoclásicos, la reacción de la actividad económica es favorable: con una tasa de interés más alta es más redituable trabajar más –la recompensa futura de ese trabajo será mayor– y, aunque se reduzcan el consumo o la inversión, crecen el empleo y el producto. En los manuales keynesianos, que generalmente adoptan el modelo Mundell-Fleming para tratar economías abiertas, la mayor tasa de interés provoca una salida de capitales; la consecuente depreciación de la moneda estimula las exportaciones, contiene las importaciones y levanta el nivel de actividad económica.
En ambos casos, pues, el resultado es contrario a la intuición que todos tenemos: cuando sube la tasa de interés internacional, nuestras economías tiemblan. Y una variación en la tasa de interés internacional es, hoy por hoy, uno de los orígenes más frecuentes de fluctuaciones macroeconómicas. Consideramos, por este y otros motivos, que valía la pena intentar algo distinto...
miércoles, noviembre 30, 2005
tirando diagonales como el alfil graciani
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario