A pesar de mis esfuerzos, nunca voy a poder titular como el Economist. Sobre el Fondo dicen: "Not even a cat to rescue", aunque pronostican que, cuando venga la crisis externa de USA que vienen anunciando como inminente desde hace cuatro años, con el aumento en la tasa de interés mundial varios gatos se van a ir por las ramas.
Esto viene a cuento de Anoop Singh, que nos pide subir la tasa de interés. Nunca entendí bien lo de subir las tasas de interés. La tasa de interés real en la Argentina es baja porque el país se está haciendo más caro: la tasa nominal no tiene metida mucha depreciación esperada porque nadie la espera, y la tasa de interés real tiene metida inflación esperada porque todos la esperamos. Toda la discusión es cuándo y cómo queremos tener la apreciación real, pero mientras sea gradual y esperada es evidente que las tasas reales tienen este componente bajista. Personalmente prefiero la apreciación nominal a la inflación, pero es casi cuestión de gustos.
Más allá del problema técnico, siempre me pareció medio garca, este Anoop. Por ahí es culpa de las maniobras de Bloguín que me tenían como una de sus víctimas, pero en los años en que vivimos en peligro siempre tuve la sensación de que Anoop nos escamoteaba la ayuda a pesar de que nos poníamos de rodillas. Era como una minita a la que sacás a comer a un lugar bueno, le hacés un regalito, le decís que es más linda de lo que en verdad es, y de todas maneras cuando llega la hora de las papas en la puerta de su casa te da dos besitos insípidos, sin lengua, empieza a hacer tintinear las llaves y te dice que está cansada. Apenas se baja del auto ponés más fuerte Calamaro, la puteás en voz alta borrando con el codo todas las cosas lindas que le dijiste, y escupís por la ventana la poca saliva que te dejó.
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