Mientras yo me quejo por no poder juntar unos pesos para ponerle a los bonos, Mankiw duda si comprarse o no una casa de verano en Nantucket. Y me hace dudar a mí: los precios pueden estar inflados, dice:
Rollo parto de la base de que casi todo es cari�oso - no digo todo porque hay casos que no lo son y mentir�a- pero a vos te queremos...sos el sexto grande rollito: http://www.consultoraequis.com/Estudios_PDF/futbol_marzo06_.pdf
(por este respaldo la gente de hurac�n nos quiere matar de verdad y esos no joden...) adem�s ...si sabes que el liberalismo, el neoliberalismo, la derecha .. son palabras talismanes por all� nada m�s que eso, como el Kirchnerismo en tu caso, el blanco digo. Adem�s y fundamentalmente creo que hay que transformar esta herramienta del blog en otra cosa...no s� en que, pero en otra cosa...ir por m�s, siempre sin aburrirse , que ese es el gran enemigo. salu2!
Siempre es el mismo problema, no poder juntar unos pesos, y cuando los juntás te preguntan si no estarás lavando dinero, si lo tenés declarado, de donde lo traes, o que después no te lo podés llevar.
De golpe, arrecia la incertidumbre por una crisis de liquidez bancaria en EEUU y Europa que ha encontrado aquí un escenario muy combustible, pertinazmente armado a lo largo de la gestión del Dr. Kirchner. El congelamiento de las tarifas públicas restringió la oferta de energía y las empresas recortan sus planes de inversión ante la perspectiva de escasez de este insumo básico. El gasto público aumenta alocadamente y el superávit fiscal consolidado (después del pago de los intereses de la deuda) se esfuma. La intervención del INDEC, que permite falsificar el dato de inflación minorista, constituye un default técnico sobre la deuda en pesos indexada por CER. Este nuevo default revive los peores fantasmas del default de 2002 porque las deudas con el Club de París y con los bonistas que no aceptaron el canje de 2005 siguen pendientes, aunque el Gobierno haga de cuenta que no existen. Y de postre, la inflación creciente, que los inversores perciben como un anticipo de ajustes, problemas y conflictos.
A los factores de incertidumbre reseñados se suma el año electoral. Lo dije en otra ocasión, desde el retorno de la democracia no hay año de elección presidencial en el que la economía no tiemble. En la recta final a la elección, ¿quién gana? ¿Estamos seguros de que ganará la Sra. de Kirchner? Con el paso de los días, la segunda vuelta se hace más probable. El interrogante se concentra así en el candidato que saldría segundo en la primera vuelta, ya que él captará los votos de todos aquellos que no queremos una segunda presidencia Kirchner. Hasta ahora el segundo candidato en intención de voto parece ser Lavagna, quizá Carrió. Lavagna nos ofrece una economía kirchnerista civilizada, con apoyo alfonsinista y duhaldista. Carrió, aunque nos anuncia que Alfonso Prat-Gay sería su ministro de Economía, nos genera un enorme interrogante sobre su política económica y su capacidad para gobernar. En suma, ambos candidatos tienen raíz en la Unión Cívica Radical y, como bien sabemos, los gobiernos prohijados por este viejo partido adolecen de confusión en materia económica y de posicionamiento internacional, y terminan cayéndose. Estoy convencido de que el primer deber de un gobernante (presidente, gobernador o intendente) es cumplir su término porque sino sobreviene la anarquía. Luego vienen la reforma económica, las relaciones exteriores, la asistencia social y otras loables metas.
Aun con segunda vuelta, lo más probable es que gane la Sra. de Kirchner. Quizá sea lo mejor, en vista de las alternativas. Es una lástima que ella sea tan poco convincente. Su oratoria impostada, sus pretensiones intelectuales y sus gestos rebuscados son tan ridículos que cuando la veo por televisión siento vergüenza ajena.
En síntesis, creo que los bancos centrales de EEUU y Europa van a estabilizar la situación financiera mundial; nos van a salvar del abismo pero es muy probable que no puedan evitar una significativa reducción del crecimiento económico mundial y del viento de cola que nos benefició durante la presidencia de Kirchner. La Sra. de Kirchner ganaría la presidencia de la Nación. En tal caso, deberá hacer frente al legado económico de su marido so pena de que el monstruo se escape de la jaula. Quiero decir que deberá congelar el gasto público, normalizar el INDEC, renegociar las tarifas y los contratos de las empresas privatizadas y encarar con realismo los defaults con el Club de París y con los bonistas, en este orden de importancia. Si tanto ella como su esposo abrieran los ojos al mundo y elevaran la mirada, podrían resolver uno por uno los problemas creados en la primera presidencia. Quizá lo hagan; creo que él tiene sentido de supervivencia y capacidad de maniobra política. Si lo hicieran, Argentina podría tener cuatro años más de estabilidad y crecimiento, aunque sumida en el ambiente de aislamiento y mediocridad que impera desde la gran crisis.
6 comentarios:
Rollo parto de la base de que casi todo es cari�oso - no digo todo porque hay casos que no lo son y mentir�a- pero a vos te queremos...sos el sexto grande rollito:
http://www.consultoraequis.com/Estudios_PDF/futbol_marzo06_.pdf
(por este respaldo la gente de hurac�n nos quiere matar de verdad y esos no joden...)
adem�s ...si sabes que el liberalismo, el neoliberalismo, la derecha .. son palabras talismanes por all� nada m�s que eso, como el Kirchnerismo en tu caso, el blanco digo. Adem�s y fundamentalmente creo que hay que transformar esta herramienta del blog en otra cosa...no s� en que, pero en otra cosa...ir por m�s, siempre sin aburrirse , que ese es el gran enemigo.
salu2!
Siempre es el mismo problema, no poder juntar unos pesos, y cuando los juntás te preguntan si no estarás lavando dinero, si lo tenés declarado, de donde lo traes, o que después no te lo podés llevar.
Es lo mismo, tienen que juntar mucho para el pago inicial y después está la hipoteca a treinta años. Yo lo pensaría muchísimo...
.lermit
http://www.speculativebubble.com/images/homevalues1.gif
De golpe, arrecia la incertidumbre por una crisis de liquidez bancaria en EEUU y Europa que ha encontrado aquí un escenario muy combustible, pertinazmente armado a lo largo de la gestión del Dr. Kirchner. El congelamiento de las tarifas públicas restringió la oferta de energía y las empresas recortan sus planes de inversión ante la perspectiva de escasez de este insumo básico. El gasto público aumenta alocadamente y el superávit fiscal consolidado (después del pago de los intereses de la deuda) se esfuma. La intervención del INDEC, que permite falsificar el dato de inflación minorista, constituye un default técnico sobre la deuda en pesos indexada por CER. Este nuevo default revive los peores fantasmas del default de 2002 porque las deudas con el Club de París y con los bonistas que no aceptaron el canje de 2005 siguen pendientes, aunque el Gobierno haga de cuenta que no existen. Y de postre, la inflación creciente, que los inversores perciben como un anticipo de ajustes, problemas y conflictos.
A los factores de incertidumbre reseñados se suma el año electoral. Lo dije en otra ocasión, desde el retorno de la democracia no hay año de elección presidencial en el que la economía no tiemble. En la recta final a la elección, ¿quién gana? ¿Estamos seguros de que ganará la Sra. de Kirchner? Con el paso de los días, la segunda vuelta se hace más probable. El interrogante se concentra así en el candidato que saldría segundo en la primera vuelta, ya que él captará los votos de todos aquellos que no queremos una segunda presidencia Kirchner. Hasta ahora el segundo candidato en intención de voto parece ser Lavagna, quizá Carrió. Lavagna nos ofrece una economía kirchnerista civilizada, con apoyo alfonsinista y duhaldista. Carrió, aunque nos anuncia que Alfonso Prat-Gay sería su ministro de Economía, nos genera un enorme interrogante sobre su política económica y su capacidad para gobernar. En suma, ambos candidatos tienen raíz en la Unión Cívica Radical y, como bien sabemos, los gobiernos prohijados por este viejo partido adolecen de confusión en materia económica y de posicionamiento internacional, y terminan cayéndose. Estoy convencido de que el primer deber de un gobernante (presidente, gobernador o intendente) es cumplir su término porque sino sobreviene la anarquía. Luego vienen la reforma económica, las relaciones exteriores, la asistencia social y otras loables metas.
Aun con segunda vuelta, lo más probable es que gane la Sra. de Kirchner. Quizá sea lo mejor, en vista de las alternativas. Es una lástima que ella sea tan poco convincente. Su oratoria impostada, sus pretensiones intelectuales y sus gestos rebuscados son tan ridículos que cuando la veo por televisión siento vergüenza ajena.
En síntesis, creo que los bancos centrales de EEUU y Europa van a estabilizar la situación financiera mundial; nos van a salvar del abismo pero es muy probable que no puedan evitar una significativa reducción del crecimiento económico mundial y del viento de cola que nos benefició durante la presidencia de Kirchner. La Sra. de Kirchner ganaría la presidencia de la Nación. En tal caso, deberá hacer frente al legado económico de su marido so pena de que el monstruo se escape de la jaula. Quiero decir que deberá congelar el gasto público, normalizar el INDEC, renegociar las tarifas y los contratos de las empresas privatizadas y encarar con realismo los defaults con el Club de París y con los bonistas, en este orden de importancia. Si tanto ella como su esposo abrieran los ojos al mundo y elevaran la mirada, podrían resolver uno por uno los problemas creados en la primera presidencia. Quizá lo hagan; creo que él tiene sentido de supervivencia y capacidad de maniobra política. Si lo hicieran, Argentina podría tener cuatro años más de estabilidad y crecimiento, aunque sumida en el ambiente de aislamiento y mediocridad que impera desde la gran crisis.
www.jorgeavilaopina.com
Publicar un comentario