martes, marzo 11, 2008

keynes effect v fisher effect

Un trabajo de hace unos años de Della Paolera y Taylor se preguntaba -entre otras cosas- por qué la salida del patrón oro había contribuido a la recuperación argentina de la Gran Depresión. Había dos canales posibles: el efecto Keynes y el efecto Fisher. El efecto Keynes es el habitualmente asociado a una devaluación: al depreciar, el país se vuelve más competitivo, suben las exportaciones, bajan las importaciones y ese aumento de la demanda agregada contribuye a la recuperación. El efecto Fisher enfatiza otra consecuencia de la devaluación: al salir del cambio fijo, aumentan las expectativas de inflación. Con mayores expectativas de inflación, la tasa de interés real (esto es, la diferencia entre la nominal y la inflación) baja, salvo que aumente también la tasa nominal, cosa que en un momento recesivo es más difícil que ocurra.

La discusión norteamericana de hoy creo que va por un carril parecido salvo que el cambio en la política monetaria no es tanto -o no es sólo- la devaluación de la moneda sino la baja de la tasa de descuento de la Fed. El canal tradicional (keynesiano) es que la baja en la tasa de interés nominal por parte de la Fed influye sobre las tasas de los préstamos. Pero si la política monetaria afecta las expectativas de inflación, también hay una influencia sobre la tasa real. Este segundo efecto está de moda por los blogs. Krugman a favor ("In praise of expected inflation"), Mankiw neutral en su estilo didáctico ("Real interest rates are now negative"), el blog del Economist en contra (irónicamente: "How I Learned to Stop Worrying and Love Inflation").

Ahora bien, la parte que no entiendo del debate es que me fijo en los números y, sí, la tasa real de los bonos a 5 años es casi cero. Pero esa baja está explicada más por la reducción en la tasa nominal (los bonos a 5 años rinden 2,50%) que por el aumento en la expectativa de inflación.


Creo que el problema es de qué hablamos cuando hablamos de la tasa de interés. Lo grave es que la tasa del bono del Tesoro se aleja más y más de la tasa que tenés que pagar para comprarte una casa. No sé si eso se puede manejar con la política monetaria.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Coincido que el problema es de qué hablamos cuando hablamos de la tasa de interés. Si estimo que la tasa real que me afecta, es nula o negativa consumo, emprendo negocios con el dinero de otros etc., por otro lado si es positva soy rentista y leo el FT. Por supuesto que hay momentos de inflexión donde es difícil determinar el comportamiento, la tendencia en el mediano plazo y por ello surgen los gurúes.

Anónimo dijo...

En los bonos ligados a inflación hay un doble efecto en su pricing: Por un lado si baja la tasa nominal baja la tasa real.
Pero tambien si baja la tasa nominal, la inflación que se espera es más alta consecuente con esa baja nominal. Con lo cual el calculo final del precio del bono es bastante mas dificil que en otros bonos.

Krugman tiene un desoncierto en esta crisis que ni él sabe a qué tasa se refiere. Ayer intentando explicar todos los problemas con un grafico que tenia una curva de demanda total de securities (¿¿¿???) con una forma muy loca.
Al menos me aceptó mi comentario de que no podés analizar esta crisis pensando en una sola tasa como hacen habitualmente los academicos...