La alineación, sugerida desde Cuba por los organismos rectores con asesoramiento de expertos, era buena e inspiraba confianza. Ofensiva y defensivamente era fuerte. Se contaba con una buena reserva de pitchers calificados y fuertes bateadores, si las circunstancias cambiantes de un partido lo requerían. Aplicando los mismos conceptos se venció y dominó al poderoso equipo mexicano.
Debo señalar que la dirección del equipo en San Diego fue pésima. Prevaleció el viejo criterio de los caminos trillados, con un adversario capaz que constantemente innova.
Debemos sacar las lecciones pertinentes.
El béisbol es hoy, entre todos los deportes, el más capaz de originar expectación por la enorme variedad de situaciones que pueden surgir y el papel específico de cada uno de los 9 hombres que integran el cuadro. Se abre paso en todas partes como espectáculo realmente emotivo. Aunque los stadiums se llenen de fanáticos, nada es comparable a las imágenes que captan las cámaras. Parece haber sido ideado para transmitir el béisbol por ese medio.
La televisión multiplica el interés al pormenorizar los detalles de cada acción. Logra hasta la posibilidad de ver la costura y la rotación de un lanzamiento a 100 millas de velocidad, la bola que rueda a lo largo de la línea blanca o la llegada al guante del defensor una décima de segundo antes o después de que el pie del corredor pise la base. No recuerdo otro deporte que compita con esa variedad de situaciones, excepto el ajedrez, en que la actividad deja de ser muscular para convertirse en intelectual, imposible de televisar.
miércoles, marzo 25, 2009
qué lástima que no se dedicó al periodismo deportivo
Me refiero al Compañero Fidel:
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
2 comentarios:
es falso, Fidel nunca diria "stadiums"
lo que es estar al pedo
Publicar un comentario