Quinta y última entrega de "Las 20 diferencias". En esta oportunidad, el tema es "Estilo Político".
17. Amplitud de construcción política. Sanz está convencido de que la forma de ganarle al kirchnerismo y hacer posible un cambio real en la Argentina es formando una gran coalición. Sin el liderazgo y la vocación de construcción política de Sanz, la UCR difícilmente habría decidido integrar el frente opositor Cambiemos y hoy tendríamos un escenario de oposición dividida muy similar al de 2011. Sanz fue quien más tuvo que luchar para forjar el frente Cambiemos, lo que representa la instancia de unión opositora más significativa de este año electoral. Macri, por su parte, se sumó a Cambiemos simplemente como una estrategia de su propia campaña presidencial. El PRO enfatizó todo el tiempo en estos meses la idea de "pureza amarilla", tanto en la selección de sus candidatos para cargos relevantes como a la hora de tomar decisiones sobre las posibilides de ampliación de Cambiemos. Esta "pureza" tiene una consecuencia electoral para octubre. Un triunfo de Macri en la PASO de Cambiemos haría más difícil atraer el electorado independiente hacia esa "pureza amarilla". Con un triunfo de Sanz, en cambio, el votante se sentiría atraído a un espacio amplio y multicolor. En otras palabras: un triunfo de Sanz en la PASO aumenta mucho las chances de que el 10 de diciembre se acabe el kirchnerismo.
18. Liderazgo. Macri ejerce un liderazgo poco predecible. Por ejemplo, sus recientes declaraciones sobre el kirchnerismo crean una comprensible suspicacia en los votantes sobre la autenticidad de sus posicionamientos. Además, los recientes trascendidos sobre el protagonismo de su principal consultor político, Jaime Durán Barba, en ciertas decisiones sugieren una preeminencia del marketing político por sobre principios republicanos: por su consejo, el PRO decidió no hablar de propuestas de gobierno y no debatir con otros miembros de Cambiemos. Sanz, en cambio, escucha a los votantes y consulta a su equipo, pero cree que un líder no siempre debe hacer o decir lo que los votantes quieren o lo que sus consultores políticos consideran conveniente. Cree que un líder debe conducir a su partido y a la sociedad en torno a principios y convicciones. Y ejerce ese liderazgo.
19. Equipos. Al igual que PRO, Sanz tiene un equipo de expertos de primera línea en todas las áreas de políticas públicas. Pero por su propia vocación de construcción, Sanz convocaría a funcionarios y dirigentes de UCR, PRO, Coalición Cívica y otras fuerzas políticas a integrar un gobierno de cambio. Macri ya avisó que su gobierno no será de coalición.
20. Unión de los argentinos. Macri tiene un mensaje de unión en la expresión “vamos juntos”; Recientemente ha aparecido en el discurso macrista una noción de "unión", pero -nuevamente- surge la duda de si se trata de una estrategia electoral o de una auténtica convicción. Sanz, en cambio, lleva en la sangre y en su historia una vocación dialoguista, conciliadora y unificadora. Fue un artífice de muchas de las acciones de unión parlamentaria contra los avances del kirchnerismo. Lidera un partido con presencia en todo el país y ha recorrido 49.093 kilómetros en todo el territorio durante su campaña. Por estar más próximo al centro del espectro político, su presidencia tendría más confianza de la dirigencia política y sindical y de la opinión pública para llevar a cabo su plan de gobierno. No de casualidad su lista se llama "El Poder de la Unión". Para Sanz, el verdadero cambio, la esencia del post-kirchnerismo, debe ser la unión de todos los argentinos, dejando atrás una época de profunda división.