lunes, agosto 08, 2005

zaraza

La derecha sigue regalándole la macroeconomía a la izquierda.

Y eso es porque la fe en el institucionalismo hizo estragos: para algunos economistas de derecha las instituciones pasaron a ser tan importantes que ya es casi irrelevante el superávit fiscal o la baja inflación o un tipo de cambio real adecuado -- es decir, las cosas que el Fondo se pasó pidiendo toda la vida. Ahora sólo valen las "buenas instituciones". Carlos Zarazaga dice en Ámbito que "Intentos de aumentar los salarios reales sin resolver la baja credibilidad que afecta al país terminarán necesariamente en una mayor inflación, tanto más alta cuanto menos dispuestas estén las autoridades a reconocer la estrecha vinculación que las leyes económicas establecen entre credibilidad, salarios reales y marginalidad." Credibilidad, y no -como dijeron los economistas sensatos toda la vida- productividad. OK, la credibilidad influye en la inversión y por esa vía sobre la productividad. ¿Pero es lo único? ¿Es comparable esta economía con la de los 80, cuando la tasa de inflación anual nunca fue menos al 100%? ¿Es irrelevente tener superávit fiscal, baja inflación y un tipo de cambio que puede discutirse pero en todo caso es "no populista"?

Ahora los profetas de la macroeconomía saludable son Roberto Frenkel y casi te diría Aldo Ferrer. Dios nos salve.

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