lunes, octubre 31, 2005

en defensa del nacional progresismo...

...Ernesto Semán misreads Hernán Iglesias Illa. El punto de Hernán II es muy claro: el progresismo tal como se lo practica es antinacionalista en el hemisferio norte y nacionalista en el hemisferio sur. Antes de entrar en sutilezas sobre die Heimat von Adolf Hitler habría que decir: "tenés razón" o -si querés ser más crítico- "no es ninguna novedad". Ni siquiera es "un fenómeno de los últimos años": el desafortunado giro al nacionalismo de nuestra izquierda tiene más de medio siglo (para hacerlo más reciente, Semán incluye a la democracia como parte del conjunto, pero aun así me parece que está postdatando el nacimiento de una izquierda nacional relativamente democrática en la Argentina: qué sé yó, se me ocurre el nombre de Jauretche ponele).

Después de relativizar el encuentro izquierda-patria, resulta que a Semán no le parece del todo desafortunado:

En todo caso, ideas como patria, nación o república (la elección no es menor), en alguna de sus formulaciones con consecuencias relevantes, deberían servir para anclar a algo más o menos estable los derechos y obligaciones que garanticen mínimas condiciones de libertad e igualdad. Renegociar la deuda nacional con los acreedores, exigirle a la justicia que actúe como algo más que como un mecanismo de discriminación social, hacer que las fuerzas de seguridad sean exactamente eso, pueden ser todas aspiraciones de un grupo de gente que estaría en mejores condiciones de lograrlas si eso tomara alguna forma más universal.


De la escasa enumeración, lo único patriótico podría ser renegociar la deuda. Pero más que patriota, eso es Bonovoxista: la causa de las naciones pobres contra las ricas, no algo específicamente argentino.

El suave patriotismo de Semán tropieza con la misma piedra que todos los nacionalismos: ¿es posible ser nacionalista y al mismo tiempo aplaudir el nacionalismo de los otros? ¿Es posible alabar el patriotismo francés, ese que sostiene a los agricultores del Primer Mundo contra los del Tercero -y ahora amenaza con el veto a la liberalización agrícola en la OMC- mientras se defienden los reclamos bonovoxistas como patrióticos y de izquierda? Nada sencillo. Y eso por no hablar de inmigración, o de si el FMI tiene que ayudar a los países del Tercer Mundo con la plata de los plomeros y carpinteros del Primero (by the way, dudo que en todos estos temas la derecha primermundista sea menos patriota que la izquierda, como afirma Semán; es Chirac quien amenazó con el veto, son los neocons los que critican la generosidad del FMI, y son el PP o Berlusconi quienes más barreras ponen a los inmigrantes).

Es difícil para el nacional progresismo defender simultáneamente la causa de la nación francesa y la de las naciones angoleña, tailandesa o argentina. La posición de la izquierda cosmopolita -esa que parece añorar Hernán II y que yo definitivamente añoro- es mucho más sencilla: siempre del lado de los pobres, sean países o personas.

No hay comentarios: