Por ejemplo, en vez de compararnos con nosotros mismos podemos compararnos con España. Entre 1900 y fines de la década del 50, nuestro ingreso per cápita fue, como mínimo, un 50% más alto que el de los españoles, llegando en varios años a duplicarlo. Hoy, el ingreso per cápita de España es 5 veces mayor que el nuestro. A principios del siglo XX, el ingreso per cápita de Estados Unidos era entre un 30 y un 40 por ciento más alto que el nuestro. Hoy en día la diferencia es de 7 veces o un 600% a favor de EE.UU.. Si nos comparamos con Australia, a principios del siglo XX, los australianos tenía un ingreso per cápita que oscilaba entre un 30 y un 40 por ciento más arriba que el de los argentinos. Hoy la diferencia a favor de los australianos es de 7,7 veces. Con los canadienses la diferencia era mínima, entre un 10 o 20 por ciento a favor de ellos a principios del sigo XX. Ahora la diferencia es de 6,7 veces en contra nuestra.
Y no es que los datos de EIU sean mucho más generosos con nosotros que otras fuentes. El Banco Mundial, cuya base de datos on line no tiene, lamentablemente, los números a PPP, dice que España es 1,99 veces, Australia 2,37, USA 3,11 y Chile 90%. Pero son datos de 2004. Si le sumamos los 4% o más que le sacamos a cada uno el año pasado, estamos ahí. Ahora que veo, no había que ir tan lejos: bastaba con una mirada a la lista de países con PBI a PPP de la wikipedia; el panorama es el mismo.
Pero hay algo aún peor, que es cuando compara con la propia historia. Para Cachanosky, nuestro nivel de ingreso es inferior al de 1940. Bueno, yo te digo que tenemos más que el doble que en 1940. Para más datos comunicarse a lacienciamaldita.
Sí, Roberto: créase o no este es un país relativamente rico -- pero no tan rico como generoso.
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