miércoles, marzo 22, 2006

concession speach

A los 6 mails francamente devaluacionistas y los 4 moderately so que recibí: mi único punto en el post anterior era que me sorprendía que nadie pidiera apurar un poco el inevitable camino de la revaluación cambiaria, considerando que, cualquiera sea el camino elegido, en la línea de meta la pobreza es menor que la de hoy.

Y copio todas las aclaraciones que me obligaron a hacer:

- en el largo plazo, el tipo de cambio real no se puede manejar y depende de mil cosas más profundas que la política monetaria;
- en el corto plazo, en la medida en que el tipo real de cambio puede ser influido por la política monetaria, los salarios reales pueden ser influidos directamente por la política monetaria;
- en el corto plazo, una devaluación baja el salario real;
- en el corto plazo, una revaluación lo sube;
- poner los salarios reales en un lugar de desequilibrio no está bueno.
- si los ponés demasiado altos, en el corto plazo vas a bajar la pobreza, pero finalmente te aparecerá un problema de desempleo y por lo tanto de pobreza.
- si los tenés demasiados bajos, vas a tener más pobreza, aunque algo moderada por el crecimiento del empleo, si estabas con desempleo. Finalmente el mercado de trabajo lleva al salario y la pobreza a su lugar natural, con inflación salarial y (menor) inflación de precios.
- hoy los salarios siguen bajos respecto de su nivel de equilibrio, y la pobreza más alta que cuando la Coca vuelva al vecindario de un dólar.

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