Esta es la semana de "digamos cosas obvias". Voy a presentar un grafiquito que puede aparecer como revaluacionista. Let's face it: lo es. Salvo por el aumento 'secular' desde mediados de los 90s -que, coincidirás conmigo, tiene que ver con un desempleo causado en parte por la excesiva apreciación- la pobreza crece con el tipo de cambio real y viceversa.
Pobreza GBA: EPH continua tirada hacia atrás con la puntual. Tipo de cambio real: E.P*/P, donde E es valor del dólar, P* precios del comercio exterior, P precios al consumidor.
No voy a repetirme en la discusión sobre el nivel adecuado de nuestro tipo de cambio. No voy a hablar de los pobres en carácter de tales, sino de ausentes. ¿Por qué nadie en todo el arco político, con este gráfico en la mano o en la cabeza, pide la revaluación? Misterios de la Argentina: una idea conceptualmente sólida, o en el peor de los casos discutible, y políticamente redituable, está ausente en el debate político.
Teléfono, Lilita. Si ya te jugaste por los ganaderos, como los radicales de hace 110 años (aquí mismo tengo a tu correligionario Barroetaveña diciendo en 1894: "se ha llegado a una tarifa arancelaria exorbitante, prohibicionista, respecto de ciertos artículos, perjudicando seriamente al pueblo consumidor y las grandes industrias ganadera y agrícola, exponiéndonos, como todo el mundo lo sabe, a una guerra de tarifas...") hacé también como hacían tus héroes del Parque: pedí por la moneda fuerte. Dejá que el partido en el poder se case con este peso devaluado, fomentá todo lo que puedas esa asociación, y aprovechá para ubicarte en un lugar distinto.
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