Quizás por su condición de
ex-arquero, la mirada del "filósofo práctico" Claudio Tamburrini, secuestrado durante la dictadura, trae
una perspectiva original. Aunque no estamos seguros de compartir su sugerencia (copiar el método sudafricano de perdonar todo lo confesado y juzgar sólo lo ocultado, ie, optar por la verdad en el evidente trade-off verdad/justicia), La Ciencia Maldita simpatiza con su razonamiento práctico y consecuencialista.
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