Como yo lo veo, si cae la demanda de dinero es más fácil y no más difícil mantener el tipo de cambio y al mismo tiempo controlar la cantidad de dinero. Como en cualquier mercado, una caída de la demanda te lleva a una combinación de menores precios y menores cantidades: en nuestro caso, un peso menos valioso (tipo de cambio más alto) y menor cantidad de dinero. Queda en el BCRA la decisión de qué punto elegir entre dos extremos: que suba mucho el dólar, con cantidad de dinero fija; o que caiga mucho la cantidad de dinero, con dólar fijo. De allí que las noticias que desalientan la demanda de dinero -como, en su momento, el pago al Fondo- alivien, por así decirlo, la presión sobre Gol Dem Boi: no tiene que emitir tanto para mantener el dólar.Lo cierto es que frente a una caída de la demanda de dinero, sea por un aumento del costo de oportunidad o bien por factores imponderables, se tornaría extremadamente difícil mantener una política cambiaria del peso muy depreciado, simultáneamente con una política monetaria de control de la cantidad de dinero que funcione como ancla inflacionaria.
Dos anotaciones más. Primero: usar como demanda de dinero "normal" el promedio de los últimos 35 años, período en el cual hubo hiperinflaciones, megainflaciones y corridas cambiarias, es totalmente misleading.
Segundo, un deporte de este blog: la cantidad de dinero es relevante para la inflación sólo en la medida en que afecta el tipo de cambio. Si la cantidad de dinero aumentó mucho pero el dólar no, todo fue aumento de la demanda. No es esa, se sabe, la situación de los últimos meses, con una depreciación de un 10% en el dólar. Allí, y no en otro lado, tenés la marca de la política monetaria expansiva e inflacionaria.
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