No desesperéis por lo que pasó ayer en el principado de Mónaco. En el mundial de fútbol de 1954, por la primera rueda se enfrentaron Hungría y Alemania Occidental. El ballet húngaro dio una de sus grandes funciones, y se impuso 8 a 3. Pero, claro, Alemania jugó con suplentes. Dicen que fue para estudiar a Hungría, y para que padecieran de un exceso de confianza cuando volvieran a enfrentarse en la final. Y así fue: los panzers alemanes destruyeron al ballet húngaro.
Hoy festejá, Rafa, pero sabé que te estamos estudiando para Rolandga.
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