Las perlas de un día que no prometía nada, y que no dio mucho más que uno de los pocos goles no argentinos que gritamos hasta el momento (el de Túnez):
Perla negra. Los puyoles de este mundo. El error de Carles Puyol debería recordarle a nuestros hermanos españoles que con la calaña de esos ídolos es difícil ganar un mundial. O llegar a semis.
Perla blanca. Último post que le dedico al tema, pero tiene que ir para las confederaciones tradicionales. Tres triunfos que ponen las cosas, contra las exóticas, 13 G, 4 E, 1 P. Recordemos que las exóticas tienen 14 participantes. En la FIFA hay un problema de sobrerrepresentación de los débiles mayor aún que en el Parlamento argentino. Lindo argumento en contra de los que quieren eliminar los asientos permanentes en el Consejo de Seguridad de la ONU. Y otra perla, aunque ya de hace algunos días, es la nota del Guardian sobre el verdadero dueño de la pelota:
Very occasionally a player emerges in world football who, in style and method, defies categorisation. He is the player who invents his own idiom, plays in a manner and at a tempo that is entirely his own. One thinks of the young Franz Beckenbauer who, as a counterattacking libero, showed again and again how a defender could be the most creative player in the team. At this World Cup we have Juan Roman Riquelme of Argentina, the outstanding player of the tournament so far, and the one stylistically most unlike any other here in Germany (sigue acá)
Fuerza, Ecuador!
1 comentario:
What a information of un-ambiguity and preserveness of valuable know-how about
unexpected emotions.
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