Marina nos cuenta que corre el rumor de que el gobierno K prohibió la entrada del Economist a la Argentina. No creo que sea verdad. Pero por si acaso realizamos una acción compensatoria, de la que salen colateralmente dañados el propio Economist y una persona que no conozco pero con quien seguramente tengo menos de six degrees of separation.
Con ustedes, unas claves para entrar al Economist. Anotá porque este post se autodestruirá en 24 horas. Y, a cambio, si se la pasás a alguien decile que la venga a buscar acá, jeh.
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La justificación ética de esta acción incluye entre otros factores la Política Agrícola Común, la no aceptación por parte de los Estados Unidos -sede real de las principales empresas anunciantes en el Economist- del Protocolo de Kyoto y la Corte Penal Internacional, el peso desproporcionado del Reino Unido en las Naciones Unidas gracias a su asiento permanente en el Consejo de Seguridad, las políticas migratorias restrictivas de todo el primer mundo y la membresía separada en la FIFA de cuatro regiones del Reino Unido (Inglaterra, Gales, Escocia e Irlanda del Norte).
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