viernes 3am

No puedo dormir. Navego por todos los diarios del mundo como si en alguno estuviera escrito el secreto. Me convenzo de que entiendo el juego y de que es obvio que la final va a ser Argentina-Inglaterra. Los 5 volantes de England parten al medio a Brasil en semis. La técnica argentina se impone a la sobrevalorada potencia alemana. El grandioso título de La Maravillosa Historia de Los Mundiales de Fútbol para el 54 -"Los panzers alemanes destruyen al ballet húngaro"- se transforma en mi cabeza en "El tango argentino desorienta a los pánzers alemanes", o alguna obviedad así. Encuentro la confirmación de la imaginada alianza angloargentina en la nota del Guardian que anuncia "Despite Germany's twelfth man in the stands, Argentina will be too strong for the hosts". Esbozo teorías sobre los ciclos sucesivos de superioridad de la técnica sobre la velocidad y el físico, y viceversa. Los 90 fueron de los físicos, en el tenis y en el fútbol. En los 2000 los talentosos aprendieron la habilidad en quinta marcha, y tenemos a Messi y Ronaldinho, Federer y Nadal. Messi con M, como Metzelder y Merteseacker, se cuela entre ellos, les quiebra la cintura una y otra vez. No sólo les hace caños, *pasa por abajo de sus piernas*. Busco en las casas de apuestas, en general levemente en contra de la Argentina. Caigo en el sitio de la FIFA, donde traducen la Famosa Conferencia de Prensa del Apache, la de "Huevo, se gana con huevo, un poco de fuból pero huevo" de esta manera: "The key to beating Germany? Fight to the death. As well as that we have to play football and keep the ball on the ground, but first and foremost we have to fight." Desespero, quiero dormir y no puedo. No quiero morir -- y puedo.