El argumento de que la pesificación de deudas grandes había que hacerlo porque de otro modo quebraban las empresas endeudadas era obviamente incorrecto: las empresas con deudas en el exterior, que no fueron pesificadas, no quebraron. Renegociaron. Pero ponele que fuera cierto. ¿No es hora ya de cobrar el impuesto a los beneficiarios por la pesificación de deudas, ahora que las empresas están haciendo su veranito? Planteémoslo como algo para todas las deudas, después se negocia y termina siendo sólo por aquellas partes de las deudas en exceso de los 100.000 pesos-dólares.
No hay comentarios:
Publicar un comentario