arroyo de por medio

Mis incursiones en el mundo blogger nacional se han ido espaciando tanto que cuando retorno me encuentro algunas sorpresas. Sabía, por ejemplo, que Artepolítica era un blog comprometido -- no tenía claro que fuera sencillamente partidario. La pregunta más interesante de estas elecciones la plantean así: "¿Binner o Reutemann?, el adversario más fuerte". Más allá de la creatividad en la puntuación, la inquisición alude a la capacidad que tiene el incierto resultado electoral de aquel lado del Arroyo del Medio para definir al menos una y posiblemente dos de las candidaturas presidenciales relevantes del 011.

La palidez de ambos pre-pre-candidatos, Binner y Reutemann, revela el pobre panorama que parece estar incubándose para la "grilla" electoral de aquí a dos años. En el mundo no peronista, Carrió quedará desdibujada y ya anuncia "Yo no sé si quiero gobernar. Quiero que la Argentina se salve. Si la sociedad quiere que yo tenga esa responsabilidad, lo voy hacer, si quiere mi derrota lo voy aceptar". No es el discurso de un precandidato. Su lejano segundo puesto en la Capital, donde ganó con comodidad en 2007, y la floja performance de su aliada Stolbizer en la provincia (aunque creo que Margarita probará ser tan mala candidata que una vez más sorprenderá favorablemente respecto a las aciagas previsiones de la fecha) pondrán a Lilita fuera de la lucha por el título.

Queda entonces Cleto, pero aquí debo coincidir con el gran columnista político del momento, don Roberto García:

tampoco de la cantera propia emerge un candidato robusto para esa aspiración, ya que tal vez sea indigerible presentarlo a Cobos luego que se pasara un veranito de vacaciones con el kirchnerismo, del cual volvió apresurado por el mal tiempo reinante.

Un triunfo de Binner lo posicionaría bien en la interna no peronista. Y, al contrario, una derrota dejaría al no peronismo debilitado, en manos de una figura cuyos quince minutos de fama ya han durado bastante, pero difícilmente se estiren hasta 2011. (Este pensamiento se me cruzó ayer cuando me pasó raudamente por el carril izquierdo de la Panamericana el Mercedes verde militar de un solitario Juan Carlos Blumberg).

En el hemisferio peronista ocurre algo similar: un triunfo en Santa Fe coloca al ganador en la pole position, pero una derrota deja al electorado peronista -y, más específicamente, a la red de sus dirigentes que solemos llamar partido- sin una figura dominante que lleve las de ganar en 2011. En este caso, el panorama depende un poco más de lo que acontezca de este lado del Arroyo del Medio. Si Reutemann gana, es la figura aglutinadora independientemente de lo que ocurra en Buenos Aires. Si pierde, y ganan con cierta comodidad Kirchner-Scioli en la provincia, el lanchero puede empezar a redefinirse una vez más, a la sazón como figura unificadora, lo cual implicaría un diferenciamiento gradual pero acordado con los Kirchner. Como cuando Angeloz pidió la renuncia de Sorrouille, Scioli exigirá, no sé, "la transparencia de las estadísticas". Digo Scioli y no el propio Néstor porque supongo que, al no tener chances de ganar otra elección presidencial, no será ungido por su partido. Supuesto que más de uno considerará temerario, pero yo no. Y tomo apuestas.

Si, en cambio, el peronismo oficial pierde en Buenos Aires -cosa que intuyo improbable- además de en Santa Fe, el justicialismo quedaría en una situación de tanta escasez de presidenciables que hasta algunos especulan con el Colorado presidente. No la veo. Más bien, parece el casillero más favorable a Macri construyendo un "Espacio Federal", palabrita esta última que tiene gran capacidad de cobijo, y bajo el cual podrían amucharse no peronistas de derecha y peronistas de, bueno, de lo que sean.

En fin, el corolario de este post, siendo ya las 4.01am de un domingo, sería que el "partido" del perdedor en Santa Fe (y sí o sí tiene que haber un perdedor) pega debilitado la última curva antes del 011.