El mundial para nosotros viene bien. Mejor dicho: qué horrible fue el 2002, ahora que lo podemos mirar desde otra perspectiva. Qué lindo sacárnoslo de encima. Qué alivio. Y jugando al fútbol, con una baja dosis de sufrimiento real salvo los últimos 5 con Marfil. Íntimamente nuestro corazón nos dice: y bueh, la verdad que pasar a México y perder contra Alemania tampoco estaría tan mal. Pero por otro lado decís: hay equipo, sí, hay equipo para México y hay para Alemania. O, en tren de soñar: México, vengarnos de Suecia, una semi accesible y que / siga siga el baile / en el estadio de Berlín / que esta noche los cogemos /.... en fin, corazón traicionero no puede dejar de ilusionarse.
Perla Negra. Angola como símbolo de muchos seleccionados que en su agonía mundialista parece que no lucharan, y es simplemente que no pueden luchar. No es que no pueden ganar, no pueden ni siquiera desesperarse cuando la guillotina está al caer: los Tobago contra Paraguay, los Costa Rica contra Ecuador, los Serbia contra la Argentina.
Perla Blanca. Tener 4 delanteros en aproximada igualdad de condiciones (acá cada uno tiene su opinión, pero pocos la tienen terminante) para jugar partidos que pueden llegar a los 120 minutos. Ponele que a los 60 estás cero a cero con México con Saviola y Crespo adentro. Bueno: afuera el Blitzkreig arrollador de Crespo y Saviola, adentro la Luftwaffe centelleante de Messi y Tevez para jugar la hora que queda.
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