No voy a decir: nos va ir bien en el mundial. El componente azaroso en un mundial es altísimo. Bien sabemos que la felicidad es igual al cociente entre realidad y expectativas, por eso mi cuerpo está perfectamente preparado para que quedemos afuera en primera rueda. Pero no hay manera de que con esta treta pueda engañarme *realmente*, no hay manera de que mi cabeza crea que tenemos un equipo para primera rueda o para octavos de final.
En este sitio hemos sido un poco críticos de Pekerman, por cosas como la no convocatoria de Zanetti o el raro esquema contra Croacia, que -decíamos- iba a traer problemas defensivos. Pero lo que pasó, pasó. Ya está. Es como dijo Tony Blair en una linda nota en la Platea de Doctrina, en la que te mira a los ojos y te dice: "Es posible que usted no haya estado de acuerdo con la decisión original, que piense que se cometieron errores. Pero si los iraquíes pueden demostrar su fe en la democracia votando por ella, deberíamos demostrar la nuestra apoyándolos". Bueno, yo no sé si lo que hizo Pekerman hasta ahora está bien, pero creo que lo que ahora está haciendo está bien.
Angola es Angola: no pasó la primera rueda de la Copa África (curiosamente, el otro mundialista de su zona, Togo, tampoco pasó, y no sacó ni un punto). Pero eso no importa; Pekerman pudo decirnos ayer lo que apenas balbuceó durante todo este tiempo: "así va a jugar la selección".
EL DIBUJO. En la práctica, es un 3-4-1-2. No nos vamos a meter en una acalorada discusión sobre Sorín, pero más claro es preguntarse de qué juega Cambiasso: claramente, juega de 5. Y a su izquierda no está la nada: está Sorín.
¿Te gusta el 3-4-1-2? No es mi favorito, aunque admito que mi favorito tiene su problemas. Pero me gusta bastante. Últimamente, Troglio lo ha usado con éxito en Gimnasia, y Passarella en algunos partidos de la Copa. En el caso concreto de Argentina, la mejor fundamentación del 3-4-1-2 la dio el Cholo en el programa de Víctor Hugo:
Parecía un poco contradictorio, pero no: estaba diciendo que necesitás cuatro volantes. Como Riquelme no marca, si atrás de él hay sólo tres volantes, te aparece un problema cada vez que la pelota y el rival cruzan la línea de Riquelme (y ni hablar si hay solamente 2 mediocampistas, como han propuesto varios locos tipo Ariel Rodríguez o como de hecho jugó la selección algún partido de local, 4-2-1-3). Anotar esto entonces: Riquelme legitima el dibujo 3-4-1-2.Si jugás con Román tenés que poner sólo tres defensores, para respaldarlo, porque si no se abren muchos espacios.
El 3-4-1-2 te dice dónde va a luchar la pelota la Argentina cuando el rival la recupera. No va a ser en la línea de delanteros, como con Bielsa, ni con todo el equipo esperando, tipo Bianchi en su segunda etapa. Argentina va a recuperar la pelota presionando con esa línea de cuatro medios. Un justo medio, podría decirse.
Para el ataque o, mejor dicho, para cuando el equipo tenga la pelota, el 3-4-1-2 es mucho menos vertiginoso que Bielsa. Es paciencia y juego hacia atrás o hacia los costados hasta encontrar un hueco: para una pared que termine con centro de los carrileros; para un pivoteo del 9 con Riquelme que termina en tiro al arco, o en foul cerca del área, o en pase a posición de gol; para algún pase en penetración de Román. En el tipo de juego paciente que propone Pekerman con su 3-4-1-2, tener un 10 que sea muy preciso y que tenga una bajísima proporción de turnovers es fundamental. Entonces: el 3-4-1-2 legitima la presencia de Riquelme.
Lo sé: el juego de la paciencia puede ser macabro si se acerca el minuto en que te estás quedando afuera, ese instante maldito en el que estás pensando "Voy a tener 36 en el próximo mundial, qué vértigo". Pero con el juego de la desesperación no sufrís menos: acordate de Medina Bello entrando contra Rumania; acordate del 3-2-5 con el que terminamos con Colombia; acordate del frontón sueco contra el que rebotábamos en 2002, ese mundial de juego ultraofensivo en el que metimos apenas dos goles, uno desde un corner y uno después de un penal que no fue.
LOS INTÉRPRETES. Cada uno tiene sus favoritos, y yo también. Pero nadie puede decir que, elegido un 3-4-1-2, hay ejecutantes tanto mejores que los que va a poner Pekerman. De juzgar defensores nunca supe mucho. De la mitad para arriba, los casos más polémicos serían Cambiasso y Maxi Rodríguez. En el caso de Maxi tengo que anunciar una reconciliación que tuve, previa al partido de Angola. Es que ahora la alternativa no es Zanetti: es el anodino Lucho González. Maxi Rodríguez me parece algo así como un Kily-González-por-derecha, con el aguante físico necesario que requiere ese puesto y con cierta peligrosidad. En cuanto a Cambiasso, en fin. La Platea de Doctrina lo definió bien la otra vez, cuando al salir la lista de 23 describió en una sola línea a cada jugador: "muy bueno para el primer pase", dijo del Cuchu. Vaya virtud.
Respecto al ataque, finalmente no está tan mal tener en principio 3 jugadores (Tévez, Crespo, Messi) para dos puestos. Creo que Tévez no puede faltar nunca. Y si Messi juega como todas las veces que lo vi jugar, también es imposible dejarlo afuera. No veo cómo la Argentina no vaya a terminar con Messi-Tévez, con toda la pena que nos daría que Crespo cumpla su tercer mundial sin ser titular-titular. Habrá que ver, pero en todo caso en el ataque siempre hay mucho margen para cambiar figuritas durante los partidos, según cómo vengan.
Me cansé, cuánto chamuyo. Buena excusa para evitar la sección "Pronósticos".